Qué son las varices y por qué aparecen

Las varices, también conocidas como venas varicosas o insuficiencia venosa crónica se refiere a la inflamación tanto de las paredes de las venas como en las válvulas de las mismas. El mal funcionamiento de las venas varicosas hace que se acumule la sangre lo que da ese aspecto esponjoso, pero además generan cansancio.

Las venas tienen como función que la sangre retorne al corazón, manteniendo un bombeo constante. Para que el flujo sanguíneo llegue al corazón nuevamente, el líquido debe viajar en contra de la gravedad, de abajo hacia arriba.

Más cuando una de estas venas se inflama o dilata, su función de contribuir con el retorno de la sangre al corazón no puede ser cumplido. Esto se debe a que la sangre se estanca, y el fluido se hace lento.

Igualmente, cada vena cuenta con u sistema conocido como válvulas, que tienen como misión hacer que la sangre siga avanzando sin regresarse. Las várices aparecen cuando estas válvulas se ven afectadas y dejan que la sangre no avance en su recorrido.

Cuando la sangre se acumula en las piernas, hace que estas se sientan más pesadas, pero también contribuyen con la aparición de edemas e hinchazón. Sin embargo las várices también pueden presentarse en esófago, el ano y los testículos.

La aparición de varices tiene mayor incidencia en las mujeres que en los hombres, siendo de un hombre por cada cinco mujeres. 

¿Qué causa la aparición de várices?

Hay tres causas que pueden hacer que aparezcan las venas varicosas, la principal es el factor hereditario.

El daño en las válvulas de las venas puede presentarse de manera hereditaria, así que una válvula que no cumple con su función, debido a factores genéticos desencadenará en la aparición de várices desde una edad temprana.

La segunda causa que puede contribuir a la aparición de várices es la tromboflebitis. La tromboflebitis es la aparición de coágulos de sangre que viajan por el torrente sanguíneo impidiendo el buen funcionamiento de la circulación sanguínea.

Al igual que con las válvulas que permiten el retorno de la circulación de la sangre, o la inflamación en las venas, los trombos obstruyen el paso de la sangre causando el mismo efecto de estancamiento, lo que desencadena la aparición de varices.

La tercera razón por la que pueden aparecer várices es el embarazo. Durante el proceso de gestación la embarazada puede presentar dificultades en la circulación sanguínea, ocasionando la aparición de las venas varicosas.

Sin embargo, las várices que aparecen durante la gestación son conocidas como secundarias, y tienen a desaparecer unas semanas después del parto.

Conoce los diferentes tipos de várices

Las várices pueden clasificarse según su forma y otros factores como la etiología, y la patofisiología.

Las varices más comunes son las superficiales, también son conocidas como arañas vasculares o telangiectasias. Se presentan como una pequeña ramificación de varices que pueden verse fácilmente.

Son la primera causa de consulta, esto como consecuencia de su aspecto estético, sin embargo no representan ningún peligra para quien las padezca.

También están las varices tronculares. Se trata de las venas dilatadas, y tienen un espectro variado que pueden ir de poco visibles a muy visibles, esto dependerá del grado de dilatación que tengan.

Síntomas de las várices

La aparición de varices puede ocasionar diferentes síntomas, siendo los principales:

Edemas: consiste en la acumulación de líquidos en las piernas, lo que hace que se inflamen.

Parición de pequeñas venas en la piel, aunque aparecen principalmente en personas con exceso de peso o en mujeres embarazadas, algunas veces las venas se hacen visibles y confieren a la pierna un aspecto poco estético.

La coloración de las varices puede variar de rojizo a morado, este efecto se ve principalmente en las varices de tipo telangiectasias.

Pesadez en las piernas: las varices pueden causar cansancio, sensación de pesadez, y hormigueo, estos síntomas suelen aparecer con mayor frecuencia después de haber estado varias horas de pie, o luego de usar tacones muy altos (de más de cuatro centímetros).

Calambres o dolor en las piernas: estos síntomas se presentan generalmente en las noches, y después de jornadas largas de pie o en una misma posición.

Tratamiento para las varices

No hay un tratamiento que sirva para eliminar las várices, sin embargo podemos tratarlas con consejos prácticos que ayudarán a disminuir las molestias.

  • Evitar estar mucho tiempo de pie, así el retorno de la sangre de los pies al corazón será más fácil.
  • Evita usar tacones altos, los tacones más altos que recomiendan los especialistas son de cuatro centímetros.
  • Realiza ejercicio físico al menos cinco días a la semana.
  • Acuéstate con las piernas elevadas, así ayudarás al retorno del flujo sanguíneo.
  • Evita el uso de ropa muy ajustada.
  • Cuida tu peso, mantén una dieta saludable y balanceada. Asimismo, restringe el consumo de sal que ocasione edemas e inflamaciones.
  • Recurre a baños de agua fría para estimular la circulación.
  • Realízate masajes y exfoliaciones constantemente para mejorar el flujo sanguíneo, y el aspecto de la piel.