El tracoma es un proceso infeccioso que afecta la vista, hasta el punto que puede generar ceguera total o parcial. En este artículo te contaremos cuáles son los síntomas, y el tratamiento adecuado cuando se presenta esta enfermedad.
Esta infección afecta a millones de personas en el mundo, especialmente en los países subdesarrollados, donde no se ha erradicado esta bacteria.
La bacteria que origina el Tracoma es Chlamydia trachomatis, la cual puede ocasionar infección en la córnea conjuntiva dentro del ojo, siendo las cicatrices que ocasiona esta infección la causante de la pérdida de la vista.
Transmisión del Tracoma
El Tracoma afecta principalmente a la población infantil, ya que la bacteria se transmite entre los más pequeños con facilidad. Igualmente bacteria puede transmitirse entre los niños y el cuidador con gran rapidez.
La bacteria está presente en la secreción de los ojos, de allí pasa a las manos y es el momento en el que se producen los contagios. Los malos hábitos de limpieza son los que ocasionan la cantidad de contagios.
Igualmente los contagios pueden ocasionarse al momento del parto, si la madre llegase a tener la infección en el canal de parto.
El tracoma está catalogado como una infección de tipo endémico que afecta al menos a 51 países, en los que destacan principalmente el continente africano, pero también en América del sur, Asia y Oceanía.
Por su parte América del norte y Europa han erradicado los contagios en su población.
Conozca los síntomas del Tracoma
Los síntomas que se presentan tras contraer Tracoma son variados, pero vale destacar que en la mayoría de los casos afecta los dos ojos.
Los principales que se presentan con la aparición del Tracoma son:
- Ojos enrojecidos e irritados.
- Picor tanto en los ojos como en los párpados.
- Inflamación en los párpados.
- Exceso de secreción, puede haber presencia de pus en ambos ojos.
- Dolor general en los ojos.
- Presencia de sensibilidad ante la luz.
Si bien los síntomas se presentan desde la infancia, en el momento en el que se contrae la enfermedad, no es hasta la adultez, cuando los síntomas se incrementan ocasionando molestias más intensas y pérdida de la vista.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la evolución de la enfermedad tiene cinco etapas, las cuales están identificadas de la siguiente manera:
Fase 1: inflamación folicular, es el inicio de la enfermedad, en la que se presentan cinco o más folículos inflamados.
Los folículos son las protuberancias en las que se encuentran los linfocitos, o glóbulos bancos que atacan las infecciones. Para poder observar estos folículos inflamados es necesario recurrir a equipos especializados que aumenten el tamaño del tejido que se está examinando.
Segunda fase: en este punto se observa una inflamación intensa, comienzan las irritaciones, y picores en el ojo y en el párpado.
Tercera fase: ocurre la cicatrización del párpado interno, esto como consecuencia de infecciones constantes. El párpado se deforma, cayendo hacia la parte interna, en un fenómeno conocido como entropión.
Cuarta fase: Ocurre la triquiasis. Se refiere al proceso en el que la deformación del párpado hace que las pestañas apunten hacia adentro del ojo.
El crecimiento de las pestañas en esa posición raya la córnea, además de generar molestia constante.
Quinta fase: obedece al enturbiamiento de la córnea. La inflamación del párpado superior y las pestañas que crecen hacia adentro, y hacen que la córnea se enturbie impidiendo la visión de manera parcial o completa.
Tratamiento médico para el tracoma
El tratamiento del tracoma debe suministrarse lo más rápido posible, así los efectos podrán atajarse y reducirse.
El principal medicamento que se utiliza en el tratamiento del Tracoma es el antibiótico azitromicina. Este se suministran una única dosis, la cual logra acabar con la bacteria, sin embargo el tratamiento puede suministrarse igualmente en varias dosis.
Como pate del tratamiento tópico de este proceso infeccioso, y como fórmula complementaria, se recomienda el uso de tetraciclina. Este medicamento actúa sobre la aparición de cicatrices que puedan desencadenar la disminución de la capacidad visual.
Como parte del tratamiento también puede considerarse una intervención quirúrgica, por medio de la cual se remueven los tejidos cicatrizados del párpado evitando la pérdida de la vista.




