La nutrición en la enfermedad renal

La buena alimentación es imprescindible para mantener la salud y el buen funcionamiento del cuerpo, pero en el caso de los pacientes con enfermedades renales es más importante aún.

Las personas que padecen enfermedad renal crónica (chronic kidney disease, CKD), necesitan de una nutrición balanceada que les permita desarrollar sus músculos, mantener un peso saludable, evitar infecciones y que además les ayude a contrarrestar que el cuerpo se siga deteriorando como un avance de la enfermedad.

Quienes padecen de insuficiencia renal conforman un grupo de alto riesgo nutricional. El aporte energético que deben ingerir debe estar entre 30-40 kcal/kg de peso corporal, del cual el aporte proteico debe contener el 0,8-1 g/kg de peso ideal del paciente.
Estas cifras deben irse modificando a medida que se va normalizando el proceso de filtrado glomerular.

Para asegurar que el paciente está recibiendo una nutrición adecuada, que incluya la cantidad de nutrientes necesarios, es importante apegarse a un régimen de porciones estrictas.
Estas estarán a cargo de un especialista con base a las necesidades de cada paciente, y dependerán de su edad, sexo, tamaño de cuerpo, además del nivel de actividad física que realice. Dichas cantidades podrán ajustarse según las metas que se persigan.

Un buen plan de alimentación en pacientes renales
Es importante destacar que hay ciertos planes de alimentación para personas que padecen de enfermedades renales. Es decir no hay un plan específico que sea correcto, ya que ningún paciente es igual a otro o tienen las mismas necesidades.
Un buen plan alimenticio debe contar con la cantidad correcta de proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales.

El paciente deberá preferir no solo los alimentos adecuados, sino las combinaciones correctas de grupos alimenticios, ya que cada uno de estos grupos se complementa entre sí.
Una consecuencia de la mala alimentación, es que la condición renal irá empeorando a medida que pase el tiempo.

Importancia de la proteína en la dieta para enfermos renales
La proteína es uno de los componentes fundamentales del cuerpo. Esta es importante para la composición de los músculos, permite reparar tejidos y además ayuda a combatir infecciones.
Sin embargo, cuando se consume en altas dosis puede resultar perjudicial, por lo que el consumir la medida justa evitará que los desechos se acumulen en la sangre.
Los requerimientos proteicos también están basados en el nivel de la enfermedad de cada paciente. La carne roja, aves, pescados, huevos, cerdos, vegetales y granos son algunos de los alimentos que contienen proteína.

Carbohidratos en enfermos renales
Los carbohidratos son tan importantes como las proteínas, estos proporcionan el combustible que requiere el cuerpo para trabajar.
Sin embargo, también hay carbohidratos buenos y malos. Quienes padecen de enfermedades renales deben optar por carbohidratos buenos, entre ellos tenemos los cereales, vegetales.
Mientras que los malos son azúcares, harinas refinadas y bebidas gaseosas.

¿En qué consiste una dieta renal?
La función de los riñones es filtrar los desechos líquidos. Estos se encargan de eliminar los desechos producidos para evitar que se acumulen en el cuerpo.
Cuando los riñones dejan de funcionar, los desechos y otros líquidos pueden causar problemas además en otros órganos como el corazón.

En el caso de las dietas para pacientes renales, se trata de que el paciente no consuma algunos minerales y líquidos que genere más desechos en el cuerpo, y que terminen agravando la situación de salud. Entre estos minerales destacan el sodio y fósforo.
En lo que respecta al sodio, este hace que el cuerpo retenga líquidos, por eso se convierte en un arma mortal en pacientes renales. A pesar de que el sodio se encuentra en la mayoría de los alimentos de forma natural, lo importante es buscar un balance que ayude a contrarrestar los efectos de este.

Lo mismo ocurre con el fósforo, cuyo consumo puede generar daño en el corazón u otros órganos, además de mala circulación en la sangre, ulceras y dolor en los huesos.
El consumo de vitaminas
Contrario a los que se pueda creer, el consumo de frutas también puede resultar un problema para los pacientes renales.

Quienes tienen enfermedades renales puede que necesiten limitar alimentos que normalmente aportan vitaminas y minerales. En ese caso los especialistas prescriben suplementos que ayuden a contrarrestar algunos problemas comunes.
En ese caso los pacientes deben limitarse a las vitaminas que sean recomendadas por los especialistas