La vista es uno de los principales sentidos en la que nos apoyamos los seres humanos. Sabemos que todos son importantes, pero la vista es especial; por eso cuando esta comienza a fallar nos disponemos a conocer qué es lo que está fallando.
Cuando se presenta la uveítis acudimos con el oftalmólogo y tomamos el tratamiento médico que ayude a disminuir los síntomas.
Si no has oído hablar sobre la uveítis, se trata de una inflamación de la capa media del ojo, la cual está ubicada entre la esclerótica y la retina. Su forma más común es la que afecta al iris, sin embargo también puede presentarse en el cuerpo ciliar, la pars plana o la coroide e incluso la retina.
La uveítis puede clasificarse en diferentes grupos, siendo el más común el idiopático, este se diagnóstica en casi el 50% de los casos que se presentan. Sin embargo, en este artículo nos centraremos en la manera en la que es diagnosticada la infección y los tratamientos que existen para tratarla.
Qué exámenes se usan para diagnosticar uveítis
Cuando hay molestias en la visión lo primero es acudir con el especialista. Un oftalmólogo se encargará de revisar cada parte de tu ojo para determinar que te está afectando.
Si tu molestia es efecto consecuencia de una uveítis, hay varias formas en las que el oftalmólogo diagnosticará por medio de exámenes.
Entre las pruebas que ayudan al especialista a determinar si tienes uveítis, se encuentra el examen de vista de rutina, también conocido como prueba de agudeza visual.
Seguramente la habrás hecho en algún momento, esta indica al oftalmólogo si presentas opacidad en la córnea o el cristalino, inflamación en la cámara vítrea o la cámara anterior, e incluso disfunciones en el nervio óptico o la retina.
Este examen permite mantener un monitoreo constante, por lo cual puede medirse la evolución clínica de cada paciente, en el caso de que esté siendo tratado por uveítis u otra alteración en la vista.
Tonometría de aplanación de Goldmann: se trata de un procedimiento en el que se filtra un tipo de colirio de fluoresceína, el cual tiene un color amarillento además de un porcentaje de anestesia, el cual sirve para determinar la presión intraocular.
Dado que la uveítis suele estar acompañada de hipertensión ocular, el medir la tensión en los glóbulos oculares, ayudará a determinar la presencia de la infección.
Retinografía: consiste en una fotografía que muestra el fondo ocular, esta permite evaluar la retina, la mácula, el árbol vascular y el nervio óptico.
Este examen es denominado como imagen de campo amplio, a través del cual se puede observar hasta 200? de extensión de la retina, llegando hasta la periferia retiniana.
Lámpara de hendidura: se trata de una evaluación del ojo detallada a través de un microscopio especial que lleva por nombre lámpara de hendidura.
Con ella se puede observar si hay células inflamatorias flotando en los fluidos intraoculares. Igualmente ayuda a determinar el grado y tipo de inflamación existente.
Al momento de realizar la prueba, el oftalmólogo aplica medicamentos que dilatan la pupila, con el fin de visualizar el nervio óptico y la retina.
Tratamiento de la uveitis
El tratamiento para la uveítis va centrado especialmente en cualquier trastorno que pueda estar ocasionando la inflamación de la capa del ojo, a fin de lograr que se normalice el tejido.
Entre las opciones que hay para lograr la desinflamación que produce la uveítis, hay varias opciones, siendo la primera la aplicación de un medicamento desinflamatorio directo sobre el ojo, en este caso podría ser un corticoesteroide.
En el caso de que la aplicación del medicamento sea insuficiente, el tratamiento pasa a ser tomado por medio de pastillas o suministrado por inyecciones.
Otro de los métodos utilizados para el tratamiento consiste en el uso de medicamentos antibióticos, que combatan directamente el virus o bacteria que puede estar ocasionando la infección.
En el caso de que la infección afecte ambos ojos, el tratamiento consistirá en el suministro de medicamentos citotóxicos o inmunosupresores. El objetivo es destruir las células que estén engrosando la membrana o capa del ojo afectada.
Este tratamiento es una alternativa para los casos en los que los corticoesteroides no generen cambios positivos.
Se trata de un tratamiento delicado, ya que puede acarrear en cataratas o glaucomas, por tal motivo es necesario que el paciente mantenga un seguimiento mensual o trimestral.
La uveítis es una infección que debe ser tratada lo antes posible, esto para evitar dificultades que puedan presentarse a largo plazo.
Igualmente, es posible que los pacientes de uveítis deban ser remitidos a otros especialistas de la salud, y es que esta infección suele presentarse como consecuencia de otras condiciones médicas.
Uno de los especialistas a los que suele ser remitido el paciente de uveítis es el reumatólogo.




